miércoles, 15 de febrero de 2012

El tiempo, enemigo. (El anarquismo ante los nuevos tiempos. Murray Bookchin).

Enlazando con la cuestión de la tecnificación de las lecturas de Endesa pongo un refundido de textos de este gran pensador anarquista.
"El tiempo no juega a nuestro favor....presumiblemente la tecnología cibernética, que se halla apenas en su infancia, convertirá en económicamente SUPERFLUA a la mayoría de los trabajadores. Cada decenio lleva en sí profundos cambios técnicos que van haciendo "inútiles" casi todo tipo de trabajo tradicional. Si se prosigue la lógica del capitalismo, toda operación conexa con la manufactura, los servicios, etc, puede ser desarrollada por aparatos cibernéticos y esta sustitución será una realidad. Aunque algunos millones de personas queden todavía de alguna manera implicadas en estas opreraciones, ellas constituirán los "márgenes" de la economía, no su núcleo. ¿Que problemas significan para el capitalismo esos innumerables millones de personas que, desde el punto de vista burgués, no contarán con ningún puesto en la sociedad? Ese mismo capitalismo que produjo un Hitler es seguramente capaz de producir instituciones que acaben con la población superflua, sin importar cuán numerosa y recalcitrante pueda ser....(En orden a ello) el capitalismo debe reestructurar su sistema político para hacerlo congruente con la evolución económica y técnica en activo: la "democracia burguesa", basada en la separación de los tres poderes, una estructura que fue más libertaria en el pasado que ahora, mas centralizada, es aún demasiado libertaria para afrontar estos problemas futuros del capitalismo y éste tratará de modificarla drásticamente. La reestructuración (o simple pisoteo, esto es mío) del Estado democrático burgués está a la orden del día en la mayoría de los países de Occidente."

10 comentarios:

  1. Grande el compañero Bookchin, que debe andar de asamblea permanente con Kropotkin.
    Bueno, el texto de la cita viene a lo de Endesa como anillo al dedo, Cronos. Falta apuntar que Bookchin, después de desmenuzar certeramente la evolución a medio plazo del capitalismo, expone una serie de medidas alternativas que expandió y que se han venido demostrando efectivas en mayor o menor grado, como la concienciación ecológica, el municipalismo confederal, la autosuficiencia de pequeñas comunidades mediante el uso de energías alternativas y otras.
    Ahí estamos.

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    1. A menos que no pretendamos quedar marginados, seguro que no, y acabar haciendo meditación trascendental en un centro budista, seguro que tampoco, hemos de seguir luchando desde dentro y utilizando a nuestro favor las nuevas tecnologías, tienen muchas desventajas, pero también muchas ventajas, y pretender prescindir de ellas es una utopía.

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    2. ¿Marginados? ¿De qué, del Club Gourmet de El Corte Inglés, por ejemplo? Pues me da igual quedar marginado de ese club y similares, la verdad.
      ¿Meditar? Pues sí, es bueno meditar, seas budista o lo que sea. Ya dijo no sé quién que si tenemos dos orejas, dos ojos y una sola boca es para aprender a escuchar y a observar dos veces antes de hablar una vez.
      ¿Luchar? Por supuesto. Pero no alimentar a quienes estamos combatiendo. Luchar desde dentro es una opción más, pero no es la única ni mucho menos es excluyente. Las tecnologías o lo que sea, desde la palabra hasta el acto, son útiles según como se usen para un fin concreto, predeterminado, racionalizado. Es como el cuchillo del pan: lo mismo sirve para cortar el pan que para cortarte las venas, o para cortarle el cuello al de al lado, que también.
      ¿Prescindir de tecnologías? Noooo. Lo racional es usarlas sólo hasta donde nos sean útiles para nuestros objetivos, no más allá. Por ejemplo: Endesa es un monopolio impresentable, pero no por eso voy a andar a oscuras, qué tendrá que ver la velocidad con el tocino. Usaré la electricidad que me proporciona sólo para mis fines, pero no me haré accionista de Endesa.
      ¿Utopía? También lo fue en su momento poder volar, escuchar la radio, leer libros fuera de un monasterio, vivir más allá de los 45 años de edad, grabar y reproducir música, curar la tuberculosis, la máquina de coser, la maquinilla de afeitar, recorrer 100 km en una hora, transmitir imágenes a distancia, reconstruir miembros amputados, la anestesia, el bolígrafo, saber leer y escribir y hasta comunicarse a distancia mediante un teclado. Estamos rodeados de utopías hechas realidad. ¿Es que se ha acabado el cupo?

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    3. A mí me encantan las utopías, pero ante todo soy práctica, y la revolución, es lo que pretendo, se ha de hacer desde dentro y destruyendo todo lo que tiene que ser destruido por ser nefasto.

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    4. Marius: no entiendo tus argumentos. No les veo ninguna relación con los míos de antes. No sé qué estás rebatiendo exactamente.
      Sí veo dos contradicciones en lo último que dices:
      -la utopía no es una cosa decorativa que te guste más o menos. Es una idea que parece irrealizable en su planteamiento (arriba he puesto varios ejemplos) y acaba materializándose en cosas palpables.
      -no conozco ninguna revolución "desde dentro". La Rusa no se hizo "desde dentro". Ni la Francesa, ni la de la China comunista, ni la de Cuba, ni la de la Independencia Americana, ni ninguna. Lo de la revolución "desde dentro" me suena a Santa Transición, más bien.

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    5. Hola Noi, nada más lejos de mí que la Santa Transición, jajajaja. Cuando me refiero a que la revolución debe hacerse desde dentro, me refiero que no debe hacerse desde la marginación, sino estando perfectamente conectados con el pueblo y formando parte de él.

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  2. La economía que queremos es utópica, claro y para mí tiene tres puntales: el cooperativismo, la nacionalización de sectores decisivos como son el de las energías y el de las telecomunicaciones y la banca pública.

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    1. Puede que tengamos distintos conceptos del término utopía, para mí esto que propones no es utópico porque es posible llevarlo a la práctica y ojalá se hiciera.

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    2. Oye, y en cuanto a lo de Endesa, qué bien nos vendría que los de Anónymus consiguieran rebajar la lectura de todos los contadores a una cuarta parte.

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    3. Sí, nos vendría fantástico, ojalá lo hicieran, los de Anonymous son una maravilla.

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